martes, 23 de febrero de 2010

"Jean-Joseph Saroïhandy fue el descubridor del aragonés moderno"


De El diario del Altoaragón (23/02/10)


Óscar Latas presentó ayer su libro "Informes sobre el aragonés y el catalán de Aragón"
Impulsado por las ideas del Romanticismo, el filólogo francés Jean-Joseph Saroïhandy recaló en tierras altoaragonesas a finales del siglo XIX y principios del XX para estudiar el aragonés, siendo de esta manera el primer "investigador científico del aragonés moderno", afirmó Óscar Latas, que presentó ayer "Informes sobre el aragonés y el catalán de Aragón. 1898-1916" en la librería Estilo de Huesca dentro de los actos organizados por el Día Internacional de la Lengua Materna.


HUESCA.- Saroïhandy encontró "un aragonés mucho menos castellanizado que hoy en día, con una extensión territorial mucho mayor y con mayor unidad lingüística", y abrió la puerta para que muchos investigadores, "mayoritariamente extranjeros", siguieran sus pasos y comenzaran a estudiar el aragonés moderno, superando unos prejuicios "generalizados en la sociedad y existentes hasta hace muy poco todavía", que consideraban a esta lengua como "propia de pueblos atrasados".
El investigador francés visitó 135 localidades del Alto Aragón para entrar en contacto tanto con "la tradición oral como con los textos", mientras "recogía palabras y expresiones" propios de las lenguas que se hablaban en la provincia entonces, todas ellas con un "tronco común: el latín".
Entre el siglo de su primera llegada al Alto Aragón y hoy, el aragonés, "más puro y extendido que en la actualidad", ha experimentando enormes cambios. Uno de ellos, que pasa desapercibido para buena parte de los altoaragoneses, son las palabras que se identifican hoy con alguna variedad dialectal, como el cheso por ejemplo, pero que en los años de transición del siglo XIX al XX se hablaban en otras zonas muy alejadas del territorio actual de esa variante lingüística.
Ocho estudios del filólogo francés forman la columna vertebral de la publicación, editada por la Universidad de Zaragoza y la editorial Aladrada con el apoyo del Gobierno de Aragón. Cinco de estos informes se centran en el aragonés y los tres restantes estudian el catalán en Aragón. Los cinco estudios referidos al aragonés los escribió Saroïhandy enfocándose, respectivamente, en el aragonés de Graus o el de Ansó y Hecho -con una "curiosa normalización gráfica"- así como el aragonés antiguo escrito en grafía árabe o, en "su obra cumbre y que más fama le dio", la comparación entre tres lenguas del Pirineo: el euskera, el gascón y el aragonés, que para el francés era "la más pura de todas". Este apartado concluye con la lengua hablada aquellos años en la Ribagorza.
En cuanto al catalán, las tres obras de Saroïhandy que se recogen sobre esta lengua en "Informes sobre el aragonés y el catalán de Aragón. 1898-1916" tratan de "los límites del valenciano con el Bajo Aragón", "el catalán del Pirineo en La Franja de Aragón" y "el catalán fronterizo de la Edad Media", con palabras tanto del Aragón como de la Cataluña del siglo XIV.
OBRA DIGNIFICANTE Y CONTEXTUALIZADORA
El mayor valor de este libro, afirmó al presentarlo Francho Nagore, filólogo y fundador del Consello d"a Fabla, es que "recopila la obra de Saroïhandy" en un único volumen -antes estaba desperdigada en diferentes revistas-, "la contextualiza, actualiza y pone en valor", a la vez que "dignifica la figura" del "descubridor del aragonés moderno".
Nagore destacó que el aragonés se ha conservado mejor y más vivo en las zonas "con mayor cohesión social" y en las que "la población le daba la fuerza a la lengua", así como en las que la transmisión generacional no se interrumpió.
Por el lado contrario, el "factor fundamental para la erosión" del aragonés vino por parte del Estado, ya fuera a través de su marginación en la enseñanza, el Ejército o la Administración.
Otras "circunstancias externas" hicieron más acentuada todavía esta erosión, señaló Nagore, refiriéndose a la presencia de aduanas, turistas o inmigrantes de otras regiones de España.
"PRIMERA PIEDRA PARA CONSTRUIR UN EDIFICIO"
En la charla previa a la presentación, Latas y Nagore valoraron ante los periodistas la recientemente promulgada Ley de Lenguas, una norma "de mínimos" pero que "al menos abre un periodo ilusionante al reconocer los nombres de las lenguas y su riqueza patrimonial e incluir como propios de Aragón el aragonés y el catalán".
En todo caso, se trata de "la primera piedra para construir un edificio" que "el tiempo dirá" cómo queda y pidieron que "comience a aplicarse ya y se deje de hablar tanto de ella".

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